El recreo, el patio de la escuela, es un espacio para el disfrute, la creatividad, el juego libre, quemar energías, moverse, estar con los amigos, imaginar, ser feliz.
Es este espacio y momento, los niños necesitan que les permitan jugar de manera libre o con poca orientación. No hace falta mucho equipamiento, muchos recursos, sino un lugar amplio, ventilado, donde se sientan protegidos, dotado con algunos recursos básicos y ellos, por sí mismos, crearán sus juegos.
Es bien sabido todo lo que estos juegos les aportan a los niños en su desarrollo, como la socialización, desarrollo de habilidades motrices, destrezas físicas, conocimiento de su cuerpo, de su entorno, por mencionar sólo algunos aspectos positivos de motivar los juegos en el patio de la escuela.
Veamos, de manera general, algunos de los muchos juegos que los niños pueden desarrollar en el recreo, en el patio de la escuela:
Juegos grupales:
La lleva, persecuciones, escondite, policías y ladrones, ponchados, deportes con y sin balón
Juegos físicos y de habilidad:
Carretillas, saltos con cuerda, pulsos, pasamanos, caballitos
Juegos tradicionales:
Rayuela, yermis, pañuelito, pelota caliente, rondas, el rey, canicas
Juegos de atención visual:
Búsqueda de tesoros, yo veo, parejas ocultas, esconder y hallar
Juegos con los ojos vendados:
Gallinita ciega, adivinar sonidos, trencito, lazarillos, arca de Noé, adivinar con el tacto.
Juegos bajo techo o de interior:
Como habrá algunos días de lluvia, siempre es necesario contar con juegos para aprovechar este tiempo y jugar: Juegos de tablero, manualidades, con lápiz y papel, con aros, twister, loterías, rompecabezas, bingos.
Así que, aprovechemos este espacio de juego que nos brinda la escuela y motivemos a los niños a jugar, aprender, ser felices y crecer.
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